Viktor Orban es considerado como uno de los aliados más cercanos de Vladimir Putin en el bloque.
Las acusaciones de corrupción que han sacudido al Parlamento Europeo tienen el potencial de destruir la asamblea por completo, afirmó un líder euroescéptico, declarando: "Drenar el pantano". Bruselas se tambalea después del arresto de cuatro funcionarios, incluida la eurodiputada griega Eva Kaili, quien niega haber actuado mal, en relación con las afirmaciones de que aceptaron sobornos de un país del Medio Oriente, que se cree que es el anfitrión de la Copa del Mundo, Qatar.
Viktor Orban, primer ministro de Hungría y líder del partido derechista Fidesz, utilizó su conferencia de prensa internacional anual en Budapest para cuestionar la credibilidad de la institución y pedir su abolición.
El líder altamente controvertido dijo: "A los húngaros les gustaría que el Parlamento Europeo se disolviera en su forma actual.
"El grado en que la reputación del Parlamento Europeo en Hungría ha sido dañada por el escándalo es fácil de responder: en absoluto, porque no podría haber sido más bajo".
La reunión de tres horas es casi la única ocasión del año en que Orban responde preguntas de los medios internacionales o de los medios húngaros críticos.
El líder populista, que ganó un cuarto mandato consecutivo en abril, ha participado en múltiples batallas con la UE, que lo acusa de violar las normas democráticas y supervisar la corrupción oficial a gran escala.
Pero hoy contraatacó, atacando salvajemente al Parlamento Europeo por las recientes revelaciones de un escándalo de corrupción de dinero por favores, y tomando prestada una frase del ex presidente estadounidense Donald Trump y su aliado, diciendo que era hora de "drenar el pantano" en Bruselas.
La conferencia de prensa se produjo después de que la UE congelara más de 12.000 millones de euros en fondos para Hungría por preocupaciones de que el gobierno de Orban haya tomado medidas enérgicas contra la independencia judicial, supervisado la corrupción oficial y restringido los derechos de las minorías.
En septiembre, el Parlamento Europeo dijo que Hungría ya no podía considerarse una democracia y que se convertiría en "un régimen híbrido de autocracia electoral" bajo el liderazgo de Orban, una acusación que su gobierno rechaza con vehemencia.
A las tensiones entre Budapest y Bruselas se suma el cabildeo del gobierno húngaro contra las sanciones a Moscú por su guerra en Ucrania.
Orban, considerado como uno de los aliados más cercanos del presidente ruso Vladimir Putin dentro de la UE27, afirma que las sanciones han sido ineficaces para presionar a Rusia para que ponga fin a la guerra y han infligido más daño a las economías europeas que a Rusia.
Insistiendo en que no apoyaría ninguna sanción adicional, agregó: "Si dependiera de nosotros, no habría una política de sanciones.
"No nos interesa dividir permanentemente las economías europea y rusa en dos, por lo que estamos tratando de salvar lo que se puede salvar de nuestra cooperación económica con los rusos".