Secretos Milenarios

Ciudad Etérea östersund

Secretos Milenarios

"Los Ácaros"

Esta historia comienza con el hallazgo de los túneles de Baja California. Durante muchos días busqué información en la red con intención de saber más de estas construcciones, pero todo fue en vano, la investigación resultó infructuosa. Nadie aportaba más de lo que ya sabía. Mi curiosidad terminó abriendo la caja de Pandora y desde aquel día mi vida extrañamente ya no ha sido la misma. Mis planteamientos sobre la religión y nuestra existencia han dado un giro sustancial. Según la Biblia: "Dios creó al hombre a su semejanza".


¡Pero esto no puede ser verdad! De ser así no hubiera violencia en la Tierra ya que todos fuéramos tan nobles y compasivos como Él. A no ser que estemos enredando a Dios con nuestros "creadores". Es decir, con los guardianes del zoológico humano e inventores de nuestra raza. Puede ser una reflexión comprometida y quizá, suene hasta incoherente para muchos. Sin embargo, si agudizamos un tanto la inteligencia y somos capaces de quitarnos el velo que durante tantos años nos ha cegado y comencemos a usar la sensatez de una vez por todas a lo mejor comprendamos el concepto con otros matices. Y las concepciones religiosas tal vez ya no encajen en el rompecabezas de igual forma.


Asegurar que durante cientos o miles de años hemos vivido con "huéspedes invisibles" que no conocemos de nada, puede repiquetear en nuestra cordura haciéndonos dudar de ella. Pero de igual forma hemos vivido toda nuestra existencia rodeados de ácaros sin notar siquiera su presencia. 

 

Muchos piensan que la Atlántida fue una fantasía perfilada por Platón en sus diálogos Critias y Timeo, no obstante, geólogos, eruditos, historiadores, paleontólogos, arqueólogos e igualmente submarinistas la buscan. Quizá, debiéramos dejar de lado la búsqueda de restos arqueológicos y comenzar a trabajar una nueva hipótesis. ¿Talvez, los dioses nunca se fueron? Y la Atlántida al igual que Lemuria sea un complejo de ciudades "invisibles" repartidas por todo el planeta, en las profundidades de los mares, volcanes, desiertos y montañas. Y hasta por todas nuestras ciudades.


Algunos textos aseguran que hace más de 10 mil años la geografía de la Tierra era totalmente diferente a como lo es el día de hoy, entonces existieron dos continentes más, uno de ellos ubicado en medio del océano Pacífico y, que según las leyendas era conocido como "Tierra de Mu" o "Lemuria", y el otro ubicado en el océano Atlántico en el hemisferio norte que correspondería a la proverbial Atlántida. En cada uno de estos dos continentes vivía una raza de hombres con una civilización mucho más avanzada que la alcanzada por el hombre actual, y sus potestades comprendían todo el planeta. Esas dos razas fueron antagonistas en una disputa de poder que los llevó a realizar una espantosa guerra con armas sofisticadas y muy poderosas y esto trajo como consecuencia inevitable el hundimiento de esas dos regiones bajo las aguas de los océanos provocando una transformación morfológica en las costas de los continentes y esto trajó consigo un cambio climático global producto de la alteración del eje magnético de la Tierra.


Después de este incruste "mitológico" quizá podríamos hacer unas cuantas reflexiones para poder tomar en consideración la lectura y contenido de este libro. Ya que es muy importante poseer una mente abierta para poder esgrimir nuestras propias conclusiones. No es mi intención hacer cambiar la mentalidad de la gente y llevarla por la senda única de "mi verdad". Dejar tan solo una reflexión sobre los elementos sincréticos de esta posible realidad sería más que un deseo, y dejar en más de uno, duda, una conquista. Quizá los elementos planteados en esta historia resulten fantasiosos y sin sustento de convicción, a pesar de ello en lo personal, me parecen interesantes.


Comprendo, que estas conjeturas van más allá del razonamiento humano y encajarían tal vez más en una historia de ciencia ficción que en un relato sacado de un escenario real. Esta realidad daría un giro sustancial a la comprensión de nuestra historia. Al entendimiento de nuestro origen. La presencia de estos entes autenticaría el origen de la sabiduría de nuestros antepasados y, es más, desvelaría las incógnitas y pugnas de los científicos que no terminan de ponerse de acuerdo, y si alguna vez lo han hecho, sus hipótesis son más que atrevidas y peregrinas, al afirmar por ejemplo: como las pirámides dispersas por nuestro planeta fueron construidas.


Los ufólogos ya no necesitaran ver hacia el espacio exterior ni tampoco esperar señales del cosmos. Simplemente, les bastará con monitorear mares, montañas, desiertos y volcanes. "Ya que ellos de siempre han vivido allí". Ahora como es natural, nos plantearemos las existencialistas interrogantes. ¿Entonces…? ¿Quiénes somos? ¿Y cómo llegamos aquí? Si ellos han vivido miles de años en este planeta sería razonable pensar que es más de ellos que nuestro. Y supongo, que no les hará mucha gracia lo que estamos haciendo con él. Asimismo, podríamos preguntarnos: ¿Porque han revertido su conducta al volverse "invisibles" a nuestro entorno? ¿Qué fuerza o acontecimiento les ha obligado? Y sobre todo, ¿porque no nos han hecho daño teniendo el poder? ¿Es que sacan provecho de nuestras vidas? ¿Es acaso la pugna entre lemurianos y atlantes el balance? ¿El Eje del bien y mal…? ¿O quizá más allá del conflicto entre lemurianos y atlantes no aconteció la catástrofe descrita? ¿O la historia se ha mitificado y alterado a propósito?


Estas “anomalías” fueron captadas en la Luna, Córdoba, Argentina, Cerro Uritorco (ERKS), en las costas de California, Marte y en el desierto de Gobi, al sur de China y norte de Mongolia respectivamente (es parte del material presentado en el libro). Sé que es muy difícil creer que este fenómeno sea real, lo comprendo, pero las evidencias hablan por si solas. Esto viene a demostrar que nunca hemos estado solos y que al otro lado de “la puerta” alguien contempla nuestra evolución sin poder intervenir. Es decir: no necesitamos fantasear con extraterrestres cuando nuestra vecindad siempre ha estado habitada por seres sumamente inteligentes. Estas “anomalías” “están en todas partes y en ningún sitio”. Nuestros involucionados sentidos no son capaces de percibir su presencia.      


El Shangri-la de James Hilton (Chang Shambhala)


Como esos espejismos que en el desierto siempre están unos pasos delante pero el viajero sediento nunca alcanza, Shangri-La es un mundo escondido al cual parece imposible acceder. La antigua creencia budista dice así: Para llegar, no es preciso contar con un mapa o guías avezados, sólo es necesario estar preparado íntimamente. Entonces, lo inefable aparecerá ante la vista en todo su esplendor.


¿Es Shangri-La el paraíso perdido donde habitan hombres perfectos, la Kalapa de los hindúes? ¿Es el valle oculto de Kun Lun donde, según los chinos, viven seres inmortales? ¿Es la Tierra de las Aguas Blancas, la Bielovodye rusa, aquella de los santos ermitaños de gran sabiduría? ¿O es Chang Shambhala, el lugar sagrado de los budistas donde se encuentra la fuente de la eterna sabiduría? Es todos y no es ninguno. Como los espejismos, está y no está. Sólo espera al peregrino de corazón límpido y espíritu abierto para ofrendarle sus misterios.


Shangri-La, es tan enigmático y evasivo como el mismo Tíbet, donde lo ubicó el novelista James Hilton. 'En el valle de la Luna Azul, está el mítico reino intemporal de hombres sapientes y longevos. Un lugar en donde se contempla la salida del Sol mientras que los hombres del mundo exterior sólo oyen la alarma del reloj que los reclama para sus urgentes obligaciones'.


J.M.CÓRDOVA